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9.4. El suelo

El suelo: formación y contaminación

El suelo es una delgada capa natural situada en la parte superficial de la corteza terrestre, formada por fragmentos procedentes de la descomposición de la roca madre.

Los agentes atmosféricos (temperatura, lluvia, viento, hielo, etc.) y la acción de los seres vivos contribuyen a la formación del suelo, que luego será sustento de muchas especies animales y vegetales.

Los materiales del suelo se distribuyen en una serie de capas con características distintas llamadas horizontes:

  • Horizonte 0, es la capa superior, formado por restos vegetales y animales. Su color es oscuro porque tiene mucho humus.
  • Horizonte A (de lavado o lixiviación). Su color es claro porque el agua infiltrada disuelve las sales minerales y se las lleva más abajo.
  • Horizonte B (de precipitación). En este horizonte se produce la precipitación de las sales minerales lavadas en el horizonte A.
  • Horizonte C. Tiene fragmentos y restos de la roca madre.
  • Roca madre. Roca sin alterar, partir la cual, al meteorizarse, se generó el suelo.
La formación del suelo comienza cuando, a partir de una roca madre desnuda, se produce la meteorización por acción de los agentes geológicos y climáticos que hacen que se desarrolle una pequeña capa de materiales sueltos. Después vendrá la meteorización por parte de los seres vivos. Algunas especies vegetales empezarán a echar raíces y alterar con ellas las rocas. Posteriormente llegarán otros animales que continuarán con la meteorización. La capa que se está creando sobre la roca cada vez será más grande y se irán diferenciando los horizontes.

Degradación de los suelos

Los principales problemas ambientales que afectan a los suelos son dos:
  • La contaminación del suelo. Alteración de la composición natural del suelo.
  • La degradación del suelo. Pérdida de las propiedades naturales del suelo. Los principales mecanismos de degradación del suelo son:
    • Erosión del suelo. Cuando los humanos realizan algunas actividades (obras públicas, abandonos de campos agrícolas, eliminación de arbolado, etc.), se pierde la cobertura vegetal y se modifica la pendiente. Entonces, la acción de agentes atmosféricos (lluvia, viento, etc.) provoca la destrucción de la estructura del suelo perdiendo fertilidad.
    • Salinización del suelo. Además de producirse en zonas cercanas al mar, si el suelo es poco permeable o el riego no se realiza correctamente, se pueden depositar sales en la superficie del suelo. Se genera una costra dura que perjudica a la vegetación y facilita su erosión.

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