1.4.3. La Luna
La Luna
La Tierra y Marte son los únicos planetas interiores que poseen satélites, y la Luna es el único satélite natural que tiene la Tierra. Es un satélite bastante grande, es el más grande del Sistema Solar en relación a su planeta, lo que provoca una gran atracción gravitatoria que origina las mareas.
Tarda 28 días en dar la vuelta alrededor de la Tierra, exactamente lo mismo que en girar sobre sí misma, por lo que su traslación dura lo mismo que su rotación. Esto hace que siempre muestre la misma cara hacia la Tierra y nunca veamos la cara opuesta ("la cara oculta de la Luna").
Aunque la Luna ilumina las noches de la Tierra, su brillo procede del reflejo de la luz solar sobre su superficie.
La Luna no posee atmósfera, por lo que todavía se aprecian los cráteres producidos por los impactos de los meteoritos que han chocado contra su superficie. Desde la Tierra, se distinguen unas zonas planas y oscuras llamadas mares entre otras zonas montañosas más brillantes.
Como la Luna está muy cerca de la Tierra, parece que sea del mismo tamaño que el Sol y puede incluso llegar a tapar la luz del sol en los eclipses solares totales.
By NASA (http://www.solarviews.com/cap/vss/VSS00171.htm) [Public domain], via Wikimedia Commons
Actividad interactiva: La Luna.
Mapa en 3D (webGL): La Luna en 3D.
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