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5.5. Los fosiles

Los fósiles

Los fósiles son los restos de seres vivos, o de su actividad, que se han conservado en las rocas sedimentarias como consecuencia de un proceso de fosilización.

Es difícil que se conserven los seres vivos pero, cuando lo hacen, fosilizan las partes más duras y menos alterables, como huesos, caparazones, conchas, dientes, troncos, etc. Muchas veces ya no quedan ni estos restos y sólo se encuentra el hueco que ha sido rellenado por otro mineral y únicamente queda el molde, como ocurre frecuentemente con las conchas.

En ocasiones, si se dan las condiciones adecuadas, se pueden fosilizar animales o vegetales completos que pueden evitar la putrefacción, permaneciendo en asfalto o resina, o haber muerto por congelación. Así, se pueden encontrar insectos y arácnidos conservados en ámbar (recuerda la película Parque Jurásico), rinocerontes en asfalto, mamuts congelados en Siberia o troncos conservados bajo una capa de cenizas volcánicas.

Hay distintos tipos de fósiles:

  • Fósiles corporales.
    • Partes duras (conchas, dientes, ...) parcial o totalmente mineralizadas.
    • Partes blandas. Por ejemplo los mamuts congelados de Siberia o los insectos conservados en ámbar.
  • Fósiles químicos. Sustancias químicas fósiles producidas por la actividad fisiológica de los seres vivos.
  • Moldes y huellas. Pueden ser impresiones marcadas en las rocas por organismos de cuerpo blando como gusanos o medusas, huellas de pisadas dejadas al desplazarse, galerías excavadas en la tierra.
  • Otros tipos de fósiles. Otros restos que pueden llegar hasta nuestros días son los huevos fósiles que, incluso pueden aparecer los nidos completos, o las heces fosilizadas (coprolitos).

Actividad interactiva: Tipos de fósiles.

La fosilización

Cuando muere un ser vivo, los hongos y bacterias lo descomponen rápidamente, pero si quedan cubiertos por un material que los aísla del contacto con la atmósfera, pueden fosilizar.

Los restos de un organismo que acaba de morir o las huellas de su actividad pueden ser cubiertos rápidamente por sedimentos. Si las condiciones son adecuadas, se produce una mineralización de los restos orgánicos en las que se intercambian los componentes del organismo por otros minerales como sílice o carbonatos. La fosilización dura millones de años.

Actividad interactiva: La formación de un fósil.
Actividad interactiva: Crucigrama.



Importancia de los fósiles

La paleontología es la parte de la geología que se encarga del estudio de los fósiles. Los fósiles aportan información sobre la anatomía y como era la vida de los organismos en el pasado, dónde vivían, como se alimentaban o el ambiente en el que se formó la roca que lo contiene. Podemos saber si el ambiente era continental o marino, o el clima de la región.

Como los seres vivos han evolucionado a lo largo de la historia, los fósiles también son distintos. Conociendo el período en el que vivió un organismo podemos conocer la edad de las rocas que lo contienen. Pero algunos vivieron en unas zonas muy pequeñas y otros durante mucho tiempo, por lo que tampoco aportan demasiada información. Los que sí son más valiosos son los fósiles guía, que vivieron durante un período corto de tiempo y tuvieron una amplia dispersión geográfica. Algunos de los fósiles guía más característicos son:

  • Nummulites. Grandes foraminíferos (un tipo de protozoos) con una concha en forma de disco plano. Vivieron en los mares cálidos del hemisferio norte durante el Mioceno, en el Cenozoico.
  • Ammonites. Antiguos moluscos cefalópodos, como los pulpos y calamares actuales, pero con conchas externas enrolladas. Vivieron en los mares en el Mesozoico.
  • Trilobites. Artrópodos marinos que vivieron durante el Paleozoico. Son muy diversos, existiendo unas 5000 especies conocidas distintas.

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