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3.3.2. Tejido conectivo

Tejido conectivo

El tejido conectivo es un conjunto heterogéneo de tejidos orgánicos que tienen función de sostén y de relleno, participando en la cohesión o separación de los distintos tejidos que componen los órganos y sistemas. Se trata del tipo de tejido más abundante en el cuerpo.

Los tejidos conectivos están formados por:

Se distinguen cinco tipos de tejidos conectivos:


Tejido conjuntivo

El tejido conjuntivo está formado por distintos tipos de células, como los fibroblastos, que producen y liberan los componentes que le proporcionan una matriz extracelular gelatinosa.

El tejido conjuntivo sirve para conectar los distintos tejidos entre sí y dar soporte a los distintos órganos, como la pleura que rodea a los pulmones, forma los tendones, los ligamentos, y la pared de algunas arterias.

Hay varios tipos de tejidos conjuntivos:

Tejido conjuntivo laxo

El tejido conjuntivo laxo o areolar es el tejido conjuntivo más abundante. Está formado por células (fibroblastos, melanocitos y adipocitos), sustancia fundamental y fibras en proporciones similares.

Se encuentra debajo del tejido epitelial, formando la dermis, y entre los órganos.

Imagen: Tejido conjuntivo laxo del yeyuno (intestino delgado).

Vídeo: Histología de tejido conjuntivo laxo.

Tejido conjuntivo fibroso o denso

El tejido conjuntivo fibroso o denso se caracteriza por tener una matriz extracelular abundante, rica en fibras de colágeno densamente empaquetadas con fibroblastos poco numerosos.

Se encargan de formar estructuras resistentes, como los ligamentos y los tendones.

Imagen: Tejido conjuntivo denso irregular de la piel.

Imagen: Tejido conjuntivo denso regular unitenso (tendón).

Imagen: Tejido conjuntivo denso regular bitenso (córnea del globo ocular).

Imagen: Tejido conjuntivo denso regular bitenso (esclerótica).

Microscopio: Tejido conjuntivo denso irregular.

Tejido conjuntivo elástico

El tejido conjuntivo elástico tienen una matriz extracelular rica en fibras elásticas. Se encuentra en la pared de las arterias elásticas, en el ligamento amarillo de la columna vertebral, en los pulmones, alrededor de bronquios, bronquiolos y alvéolos pulmonares.

Tejido conjuntivo reticular o de sostén

El tejido conjuntivo reticular o de sostén tiene abundantes fibras reticulares de colágena, que le dan un aspecto de malla en la que los fibroblastos quedan esparcidos por la matriz.

El tejido conjuntivo reticular se encuentra en el bazo, el hígado, los ganglios linfáticos y el timo.

Tejido cartilaginoso

El tejido cartilaginoso está formado por una matriz extracelular sólida pero flexible, rica en fibras de colágeno y de elastina. Es gelatinosa, pero más consistente que el tejido conjuntivo. Junto con el tejido óseo, es uno de los principales tejidos de sostén o soporte.

Está formado por unas células llamadas condrocitos, situadas en pequeñas cavidades de la matriz que se llaman lagunas. No tiene nervios ni vasos sanguíneos, sino que está rodeado por una capa de tejido conjuntivo por la que se nutre.

Microscopio: Condrocito.

El tejido cartilaginoso forma los cartílagos de las articulaciones, costales, traqueales y bronquiales, los de la nariz, del pabellón auricular, de los meniscos y de los discos intervertebrales. El cartílago permite mantener la forma de muchos órganos, recubre la superficie de los huesos en las articulaciones y sirve de soporte durante el desarrollo embrionario, antes de que se forme el hueso. Después, el cartílago se osifica.

Tipos de tejido cartilaginoso

Shiloh117981894, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Hay tres tipos de tejido cartilaginoso:

Tejido cartilaginoso fibroso

Es muy resistente y rígido. Tiene una matriz extracelular rica en fibras de colágeno. Se encuentra en los meniscos y en los discos intervertebrales.

Imagen: Tejido cartilaginoso fibroso o fibrocartílago.

Imagen: Tejido cartilaginoso fibroso del menisco.

Imagen: Tejido cartilaginoso fibroso del disco intervertebral.

Tejido cartilaginoso elástico

El tejido cartilaginoso elástico es flexible y tiene gran elasticidad. La matriz extracelular es rica en fibras elásticas.  Se encuentra en el pabellón auricular, bronquiolos y epiglotis.

Imagen: Cartílago elástico.

Imagen: Tejido cartilaginoso elástico de la epiglotis.

Imagen: Localización de los tejidos con cartílago en el cuerpo humano.

Tejido cartilaginoso hialino

El tejido cartilaginoso hialino tiene pocas fibras y más sustancia intercelular que los otros tipos de tejidos cartilaginosos. Es más rígido, y se encuentra en la nariz, la tráquea, y las uniones de las costillas con el esternón.

Imagen: Cartílago hialino.

Imagen: Tejido cartilaginoso hialino de la tráquea.

Microscopio: Cartílago hialino (tráquea).

Microscopio: Cartílago hialino (tráquea).

Microscopio: Cartílago hialino.

Tejido óseo

El tejido óseo es el constituyente principal de los huesos del esqueleto de los vertebrados. Está formado por tres tipos de células:

  • Osteoblastos, células responsables de la formación de nuevo tejido óseo.
  • Osteocitos, que son osteoblastos maduros. Los osteocitos se encuentran en las lagunas óseas, cavidades dentro de la matriz intercelular.
  • Osteoclastos, células que tienen la función de destruir el hueso para remodelarlo, reabsorbiendo o eliminando materia ósea.

Ejemplo: Células óseas.

La matriz extracelular es sólida y rígida, formada por fibras de colágeno (proporciona elasticidad) y sales de fosfato y carbonato cálcico (proporciona resistencia y fragilidad).

Las estructuras formadas por el tejido óseo se llaman huesos, y tienen varias funciones:

  • Sostienen al organismo.
  • Almacenamiento de calcio y de fósforo.
  • Protección de los órganos vitales, como el cráneo y la caja torácica.
  • Formación de la estructura del cuerpo.
  • Participar en el movimiento del cuerpo, aunque de forma pasiva.
  • Los huesos largos contienen la médula ósea roja, que se encarga de la fabricación de las células sanguíneas.
  • Intervienen en el metabolismo del calcio y del fósforo.

Tejido óseo

SEER, Public domain, via Wikimedia Commons

Hay dos tipos de tejido óseo:

Tejido óseo compacto

En el tejido óseo compacto, la matriz extracelular está dispuesta alrededor de unos canales llamados conductos de Havers, por donde se extienden los vasos sanguíneos y los nervios en el hueso, formando capas concéntricas. Es un tejido denso.

Se encuentra en la diáfisis de los huesos largos y en la parte externa de los huesos cortos y planos.

Imagen: Tejido óseo compacto.

Imagen: Tejido óseo compacto - Sistemas de Havers.

Imagen: Tejido óseo compacto - Laminillas circunferenciales.

Microscopio: Tejido óseo compacto (osteon-sistema de Havers).

Microscopio: Osteocito.

Tejido óseo esponjoso o trabecular

En el tejido óseo esponjoso, la matriz extracelular forma tabiques que se entrecruzan como en una esponja.

Se encuentra en la epífisis de los huesos largos y en la parte interior de los huesos cortos y planos.

Forma la médula ósea roja.


Imagen: Tejido óseo esponjoso.

Imagen: Tejido óseo esponjoso.

Imagen: Tejido óseo esponjoso.

Microscopio: Tejido compacto y esponjoso (tibia).

Tejido adiposo

El tejido adiposo es muy parecido al tejido conjuntivo laxo, aunque tiene menos fibras. Tiene muy poca matriz extracelular. Está formado por unas células grandes y redondeadas, los adipocitos, especializadas en el almacenamiento de lípidos (triglicéridos). Constituye la principal reserva energética del cuerpo. Después del tejido adiposo, el hígado es la segunda estructura que almacena más lípidos.

Tejido adiposo

OpenStax Collegede la traducción Lorito987, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Se encuentra bajo la piel (grasa subcutánea), alrededor de órganos internos (grasa visceral) como el riñón, y en la parte central de los huesos largos (médula ósea amarilla o tuétano) y en las mamas.

El tejido adiposo tiene la función de reserva energética y de aislante térmico y mecánico, amortiguando los golpes y protegiendo los órganos internos y otras estructuras del cuerpo.

El tejido adiposo puede aumentar y disminuir su volumen de forma importante en los adultos, gracias a que puede crecer en los adipocitos y que estos pueden proliferar a partir de sus células precursoras. El tejido adiposo representa en los atletas el 2-3% de su peso corporal, mientras que en las personas obesas puede llegar hasta el 70 % de su peso.


Imagen: Tejido adiposo blanco de la glándula adrenal.

Imagen: Tejido adiposo pardo de riñón de rata.

Microscopio: Tejido adiposo.

Vídeo: Histología de tejido adiposo (3:19 minutos).

Tejido sanguíneo

La sangre se considera un tipo de tejido conectivo cuya matriz es líquida, el plasma sanguíneo. Se trata de un tejido atípico, muy especializado y complejo.

Se encuentra dentro de los vasos sanguíneos y tiene una función muy importante en el mantenimiento del medio interno. Transporta sustancias, como nutrientes, proteínas, hormonas, gases, etc., y productos de desecho del metabolismo celular. También interviene en la defensa del organismo.

El tejido sanguíneo representa alrededor del 7-8 % del peso corporal.

La sangre está formada por:

  • Plasma sanguíneo. Se trata de la matriz extracelular, es la parte líquida de la sangre, de color amarillento, está formada por un 90 % de agua, sales minerales, iones, hormonas y proteínas (fibrinógeno, con función coagulante, albúmina, con funcion osmótica. e inmunoglobulinas, con función defensiva). Constituye el 60% del volumen de la sangre. El suero se obtiene cuando se le quita el fibrinógeno al plasma sanguíneo.
  • Células sanguíneas, la parte sólida de la sangre. Constituye el 40% del volumen de la sangre. Hay tres tipos de células sanguíneas:
    • Eritrocitos, hematíes o glóbulos rojos. Contienen hemoglobina, proteína que contiene hierro y se encarga del transporte de oxígeno. Tienen forma bicóncava, son elásticos y pueden deformarse. No tienen núcleo ni mitocondrias. Hay unos 5 millones de glóbulos rojos en cada mililitro de sangre. Representan el 99 % del total de células sanguíneas y son los responsables del color rojo de la sangre.
    • Leucocitos o glóbulos blancos. Se encargan de defender al organismo frente a infecciones. Son más grandes que los hematíes. Tienen forma esférica y, a diferencia de los hematíes, tienen núcleo. Hay entre 5000 y 10000  leucocitos por mililitro de sangre. Hay varios tipos de leucocitos, cada uno con distintas funciones defensivas.
    • Plaquetas o trombocitos. Son fragmentos de otras células de mayor tamaño. En su citoplasma tienen factores de coagulación, que se liberan para formar coágulos cuando se rompe un vaso sanguíneo para que no se pierda sangre. Se encuentran unas 250000 plaquetas por mililitro de sangre.


Imagen: La sangre.

Vídeo: Histología de la sangre (6:16 minutos).

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