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6.1.6.1.5. Trastornos neurologicos adquiridos

Trastornos neurológicos adquiridos

En este apartado, nos centraremos en los trastornos neurológicos que pueden desarrollarse después de nacer. Estos trastornos pueden ser causados por lesiones cerebrales, infecciones, tumores cerebrales, enfermedades inflamatorias, trastornos metabólicos y otros factores.

Es importante entender los trastornos neurológicos adquiridos porque pueden tener un impacto significativo en la vida de una persona, afectando su capacidad para realizar actividades cotidianas y su calidad de vida en general. Los trastornos neurológicos adquiridos pueden incluir trastornos de la memoria, trastornos del habla, trastornos del equilibrio, trastornos de la movilidad y trastornos de la coordinación muscular.

En estos apuntes, exploraremos los diferentes tipos de trastornos neurológicos adquiridos, su fisiología y patología, así como las opciones de tratamiento y la importancia de un diagnóstico temprano. También discutiremos el impacto de los trastornos neurológicos adquiridos en la sociedad y su relevancia en la atención médica.

Algunos trastornos neurológicos adquiridos son:

Ictus o accidente cerebrovascular

Un ictus, también conocido como accidente cerebrovascular, es una alteración médica en la que se interrumpe el flujo de sangre al cerebro. Esto puede ser debido a una obstrucción en las arterias que suministran sangre al cerebro, o bien a una hemorragia en el interior del cerebro.

Los ictus son la alteración más frecuente del encéfalo, y pueden tener graves consecuencias para la salud y la calidad de vida. Por eso es importante reconocer los signos tempranos y buscar tratamiento lo antes posible.

Hay dos tipos principales de ictus:

Ictus isquémico o infarto cerebral

El infarto cerebral o ictus isquémico es el tipo de ictus más frecuente. Está causado por una obstrucción que provoca la disminución del riego sanguíneo en las arterias que suministran sangre al cerebro

La obstrucción que produce la alteración del aporte sanguíneo a una zona del encéfalo suele estar causada por: 

  • La trombosis. Se forma un tapón, denominado trombo.
  • La embolia. El tapón, denominado émbolo, es transportado por la sangre desde un vaso más grande en el que se ha formado hasta una vaso más estrecho, que es el lugar donde se deposita.
  • Arteriosclerosis. Las paredes de los vasos sanguíneos se engrosan y los canales se estrechan, normalmente como resultado de depósitos grasos.

Las lesiones cerebrales producidas por isquemia cerebral tienen tres propiedades importantes: tardan tiempo en producirse, no se producen del mismo modo en todas las partes del cerebro y los mecanismos de las lesiones cerebrales producidas por isquemia varían un tanto de una estructura a otra.

Ictus embólicoBlausen Medical Communications, Inc., CC BY 3.0, via Wikimedia Commons

Ictus hemorrágico o derrame cerebral o hemorragia cerebral

El derrame cerebral o ictus hemorrágico está caudado por una hemorragia en el encéfalo, producida por una lesión en un vaso sanguíneo o por otra causa, como una hipertensión no tratada.

Cuando se rompe un vaso sanguíneo del cerebro, la sangre se filtra al tejido nervioso de alrededor y lo daña. Una causa habitual es la rotura de un aneurisma, una dilatación patológica que se forma en la pared de un vaso sanguíneo en un lugar donde la elasticidad de la pared del vaso es defectuosa.

La hemorragia produce el ictus mediante dos mecanismos. Por un lado, hace que no llegue suficiente riego sanguíneo a la región cerebral que depende de esa arteria y, por otro lado, la sangre que sale del vaso sanguíneo comprime las estructuras cerebrales y otros vasos sanguíneos, aumentando la zona afectada.

Aneurisma celularen:National Institutes of Health, Public domain, via Wikimedia Commons

Los síntomas neurológicos (debilidad, parálisis, cefalea, dificultad para hablar o para ver, alteraciones de la sensibilidad, etc.) pueden ser transitorios, muy intensos o, incluso, mortales (sobre todo en hemorragias cerebrales). Los síntomas más frecuentes son:

  • Debilidad en un brazo o pierna o parálisis facial (hemiparesia/hemiplejía).
  • Dificultad para hablar, comprender o entender el lenguaje (disartria).
  • Dificultad para caminar, pérdida de equilibrio o coordinación.
  • Mareo, dolor de cabeza repentino e intenso que suele estar acompañado de otros síntomas.
  • Pérdida de la visión en uno o ambos ojos.

La hipertensión arterial es la principal causa de un ictus, seguida de la falta de actividad física, especialmente en las extremidades inferiores, y la falta de caminatas diarias de al menos media hora. Otros factores incluyen un alto consumo de sustancias tóxicas, como el tabaco, las frituras y las grasas hidrogenadas, así como el abuso de alcohol, tabaco y drogas. Además, los problemas cardíacos, como la fibrilación auricular, y otras afecciones como la diabetes y el estrés pueden predisponer a sufrir un ictus. La enfermedad celíaca, si no se trata, también puede ser una causa, especialmente en jóvenes y niños, aunque a menudo se pasa por alto debido a la falta de síntomas digestivos evidentes. Los retrasos en el diagnóstico pueden tener consecuencias irreversibles.


Traumatismo craneoencefálico cerrado

El traumatismo craneoencefálico cerrado es una lesión que puede ocurrir como resultado de un impacto directo o indirecto en la cabeza. Se trata de lesiones cerebrales producidas por golpes que no perforan el cráneo, pero en las que el encéfalo puede sufrir daños significativos.

El traumatismo craneoencefálico cerrado puede ser leve o grave, y su severidad depende de diversos factores, como la intensidad y la dirección del impacto, la edad y la salud general del paciente.

Las contusiones son traumatismos craneoencefálicos cerrados que suponen la lesión del sistema circulatorio cerebral. Estas lesiones producen hemorragias internas, que dan lugar a un hematoma. Un hematoma consiste en la acumulación de coágulos de sangre en un órgano o un tejido.

Las contusiones producidas por estos traumatismos se producen cuando el encéfalo se golpea violentamente dentro del cráneo. Las contusiones se producen, frecuentemente, en el lado opuesto del encéfalo en el que se produce el golpe. La razón de estas lesiones, denominadas contragolpes, es que el impacto hace que el cerebro se golpee dentro del cráneo contra el otro lado de la cabeza.

Los síntomas del traumatismo craneoencefálico cerrado pueden incluir mareo, náuseas, vómitos, confusión, pérdida de conciencia, convulsiones, dolores de cabeza, cambios en la personalidad y el comportamiento, entre otros.

La conmoción cerebral o concusión es la forma más común y menos grave de traumatismo cerebral. Se produce cuando un impacto en la cabeza provoca una interrupción temporal en el funcionamiento normal del cerebro, a menudo resultando en una pérdida temporal de conciencia. 

Una conmoción cerebral puede producir desajustes en las neuronas sin un daño estructural evidente. Después de una conmoción, el cerebro puede quedar momentáneamente bloqueado y puede haber confusión o problemas de memoria, aunque no siempre hay pérdida de conciencia. 

El síndrome de encefalopatía traumática por concusiones cerebrales acumulativas es la demencia (deterioro intelectual general).

El diagnóstico de traumatismo craneoencefálico cerrado incluye una evaluación clínica completa, imágenes de la cabeza, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, y en algunos casos, una evaluación neurológica.

El tratamiento del traumatismo craneoencefálico cerrado depende de la gravedad de la lesión y puede incluir medidas de cuidado en el hogar, como descanso y medicación para el dolor, así como hospitalización y terapia intensiva en casos graves.

Es importante destacar que el traumatismo craneoencefálico cerrado puede tener consecuencias a largo plazo, como discapacidad cognitiva, física y emocional. Por esta razón, es fundamental que los pacientes reciban un seguimiento adecuado y un tratamiento temprano y eficaz.

Lesiones traumáticas de la medula espinal

Este tipo de lesiones traumáticas se tratarán en el apartado dedicado a enfermedades de la médula espinal.

Encefalitis

Se habló de la encefalitis en el apartado dedicado a las enfermedades del encéfalo, por lo que no se volverá a tratar ahora.

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