Defensas externas: las barreras primarias
Estas barreras tratan de impedir la penetración de los microbios de un modo pasivo. Existen cuatro tipos de defensas externas (físicas, mecánicas, químicas y microbiológicas) que pueden actuar conjuntamente.
Barreras físicas
Las barreras físicas son la piel (endurecida por queratina) y las mucosas que recubren el cuerpo y las cavidades de los aparatos que comunican con el exterior. Los microorganismos aprovechan la rotura de estas barreras (por heridas, ulceraciones,...) para penetrar en el interior del organismo.
La piel es la primera defensa del cuerpo ante la entrada de cualquier microorganismo. La piel es seca debido a la queratina, pero la piel no queratinizada como la de la boca, los orificios nasales o el ano, cambia de aspecto y se llama mucosa. Las células de mucosas secretan mucus y por eso están húmedas. El mucus fija e inmoviliza a muchos microorganismos, impidiendo que éstos penetren.
Barreras mecánicas
Las barreras mecánicas impiden de forma mecánica e inespecífica el paso de microorganismos. Son sistemas de expulsión que permiten el arrastre de los microorganismos y otras partículas extrañas para evitar que penetren en el organismo. Por ejemplo, los cilios de las células epiteliales de las vías respiratorias, cuyo movimiento elimina los microorganismos y otros elementos extraños existentes en el mucus que los cubre. También, el flujo de orina desde la vejiga urinaria hacia el exterior, las lágrimas, y el movimiento intestinal también favorecen el arrastre y la expulsión de microorganismos.
Barreras químicas
Algunas secreciones actúan como barrera química contra los gérmenes. Algunos ejemplos de este tipo de barreras son:
- La saliva, lágrimas y mucosidad nasal producen la enzima lisozima, que destruye la pared bacteriana. De este modo, las aberturas naturales de nuestro cuerpo (boca, ojos y orificios nasales) que carecen de queratina y están recubiertas por mucosas, están protegidas.
- La piel, además de impedir que penetren microorganismos entre sus células, contiene glándulas sebáceas que producen ácidos grasos y ácido láctico que hacen descender el pH, impidiendo que se desarrollen muchos microorganismos.
- El estómago, con el ácido clorhídrico del jugo gástrico, protege el estómago de los microorganismos que pueden contener los alimentos
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- El epitelio vaginal también produce secreciones ácidas que impiden el desarrollo de los microorganismos.
Barreras microbiológicas
La flora bacteriana autóctona que habita como comensal o en simbiosis en la piel y en los aparatos digestivo y urogenital, produce sustancias que impide la proliferación de microorganismos, además de competir con ellos por los nutrientes.