9.1.3. El gusto
El sentido del gusto
El sentido del gusto se encarga de captar sustancias químicas disueltas en el agua de la saliva. Los receptores del gusto se encuentran en la boca, sobre todo en la lengua. Los receptores del gusto son células que se agrupan formando los botones gustativos, situados en las papilas gustativas que son las responsables de la rugosidad de la lengua. Cada papila gustativa está especializada en detectar un sabor distinto.
Lengua de niña de dos meses en las Fiestas del Pilar (Zaragoza)
Es importante que no confundas el sabor con el gusto, ya que el sabor es una sensación más compleja, en la que además del gusto influye el olor, tacto, y temperatura del alimento. De hecho, no te sabe igual la comida cuando estás acatarrado, sin poder respirar por tener la nariz taponada, o cuando comes después de que la comida se te haya quedado fría. Los quimiorreceptores de los botones gustativos envían impulsos nerviosos al cerebro donde se procesan y traducen en una sensación de sabor.
Aunque podemos distinguir muchos sabores, realmente son combinación de cuatro sabores básicos: el dulce, el salado, el ácido y el amargo. Como curiosidad, decir que recientemente se ha confirmado la existencia de más sabores, como el umami, el starchy (almidonado) y el adiposo (sabor grasa).
Aunque estos sabores se detectan en todas las zonas de la lengua, existen zonas específicas en las que las papilas gustativas captan mejor un determinado tipo de sabor (o estímulo), por lo que la lengua está dividida en regiones, según el sabor que se detecte principalmente.
Experimento: El mito del mapa de la lengua.
Práctica: Mapa de la lengua.
Experimentos con tu cuerpo: La lengua.
Vídeo: Sentido del gusto.
Contesta en tu cuaderno
9.4.- ¿Cuántos sabores somos capaces de detectar?
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