La digestión consiste en la descomposición de los alimentos para obtener sustancias aprovechables por las células. A lo largo del tubo digestivo, el alimento se transforma en distintas sustancias. La digestión puede ser de dos tipos:
Digestión mecánica. El alimento se fragmenta, se amasa, se mezcla, etc.
Digestión química. Algunas sustancias, como las enzimas digestivas, se encargan de descomponer al alimento, ayudadas por otras sustancias químicas. Estas sustancias son segregadas por las paredes del tubo digestivo y por las glándulas anejas.
La digestión comienza en la boca, cuando la enzima amilasa o ptialina que contiene la saliva empieza a digerir químicamente a los glúcidos. Además, los dientes y la lengua facilitan esta digestión con su acción mecánica.
Pero los procesos de digestión más importantes se producen en el estómago y en el intestino delgado, donde también intervienen en la digestión el páncreas y el hígado.
Contesta en tu cuaderno
3.6.- ¿Qué diferencia hay entre la digestión química y la mecánica?
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3.7.- ¿Qué partes de la boca intervienen en la digestión mecánica? ¿Y en la digestión química?
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3.8.- ¿Cómo puede afectar a la digestión de los alimentos el que a una persona le falten dientes?
Estómago
El estómago es un ensanchamiento del tubo digestivo que conecta con el esófago a través del cardias (a diferencia del píloro, siempre está abierto) y con el intestino delgado a través de una válvula, el píloro, que impide el retroceso del alimento.
Modificado de By Stomach_diagram.svg:Indolences at en.wikipediaderivative work: Mcstrother (Stomach_diagram.svg) [CC BY 3.0], from Wikimedia Commons
El estómago se produce la digestión gástrica, en la que las glándulas que recubren las paredes internas producen el jugo gástrico, que al mezclarse con el bolo alimenticio forma una masa más fluida llamada quimo.
El jugo gástrico contiene:
Ácido clorhídrico: con acción bactericida y favorecedor de la acción de la pepsina.
Pepsina: es una enzima digestiva que digiere a las proteínas.
Para evitar que el jugo gástrico dañe a las proteínas de las paredes del estómago, éste está recubierto por mucus.
El estómago está formado por unas capas musculares que permiten que se realicen movimientos (mecánicos) para que se mezcle bien el quimo. Cuanto más tiempo esté en el estómago, más jugo gástrico se segrega y más se digiere, hasta que se abre el píloro y el quimo pasa al intestino delgado. Hay alimentos, como las grasas y proteínas, que necesitan estar mucho tiempo en el estómago, mientras que otros, como los glúcidos, necesitan estar menos tiempo en el estómago.
3.9.- Si el jugo gástrico (contiene ácido clorhídrico y pepsina) digiere a las proteínas, ¿por qué no digiere también las paredes del estómago que también son proteínas?
Intestino delgado
El intestino delgado es un tubo que mide unos 7 metros de longitud que une el estómago (píloro) con el intestino grueso (válvula ileocecal). El intestino delgado se divide en tres partes: el duodeno, el yeyuno y el íleon.
En la primera parte, el duodeno, de unos 25 cm de longitud, las células intestinales segregan el jugo intestinal, con gran cantidad de enzimas que digieren el alimento descomponiéndolo para que puedan ser absorbidas y pasar a la sangre.
Además del jugo intestinal, al duodeno llega el jugo pancreático y la bilis que procedente del hígado que colaboran con la digestión, formando una papilla llamada quilo.
El jugo intestinal y el jugo pancreático contienen lipasas, amilasas y proteasas, que atacan los lípidos, glúcidos y proteínas, respectivamente.
La bilis emulsiona las grasas convirtiéndolas en pequeñas gotitas, facilitando así la acción de las lipasas del jugo pancreático.
La acción de todas estas enzimas permite la digestión química de todos los alimentos.
A lo largo del intestino delgado se siguen produciendo los movimientos peristálticos.
El hígado forma la bilis que se almacena en la vesícula biliar.
La bilis no contiene enzimas, sino unas sales biliares que emulsionan las grasas, dejándolas como pequeñas gotitas que pueden ser atacadas por los jugos digestivos.
Además, la bilis contiene otros pigmentos, como la bilirrubina, de color rojo, y la biliverdina, de color verde, procedentes de la degradación de la hemoglobina, que dan el color característico de las heces fecales.