La adaptación de los organismos
Se denomina adaptación a toda característica que proporcione a un organismo una ventaja que mejore sus posibilidades de supervivencia y reproducción en un ambiente determinado. Si las condiciones ambientales cambia, los seres vivos deberán cambiar para adaptarse, sobrevivir y reproducirse. Si el cambio de condiciones es muy brusco, las especies no pueden adaptarse y se extinguen.
Los principales tipos de adaptaciones son:
Adaptaciones anatómicas
Como adaptaciones anatómicas se incluyen aquellos cambios en la estructura externa del organismo que le permite:
- Camuflarse en el ambiente. Adaptación que le permite imitar formas. Por ejemplo, el camaleón o el insecto palo.
- Imitar colores y formas de animales peligrosos.
- Tener estructuras que le permiten adaptarse al medio. Por ejemplo, el pico de algunas aves adaptado a su alimentación, o la adaptación al vuelo, que ha permitido a algunos organismos colonizar el medio aéreo utilizando sus alas para desplazarse.
Actividad interactiva: Las adaptaciones de los picos de las aves.
Adaptaciones fisiológicas
Las adaptaciones fisiológicas son las que hacen que los organismos cambien la fisiología de sus cuerpos, órganos o tejidos. Suponen un cambio en el funcionamiento del organismo que le permiten solucionar un problema que se le presenta en el ambiente.
Algunas veces, la adaptación fisiológica va unida a otras adaptaciones morfológicas que alteran el comportamiento interno (hormonas, osmorregulación, etc.) para adaptarse al entorno.
Algunas de las adaptaciones fisiológicas más importantes son:
- Adaptaciones a la temperatura. Los animales que viven en climas fríos tienen mecanismos que les permite vivir a baja temperatura.
- Los animales endotermos (mamíferos y aves) tienen pelo y plumas que les permiten mantener el calor del cuerpo y acumulan grasa para conseguir energía cuando la necesiten.
- Los animales ectotermos, como no controlan su temperatura interior, se refugian en un lugar seguro donde ralentizan su actividad vital al máximo, en un estado de letargo.
- Adaptación a la cantidad de luz. Normalmente los organismos se adaptan a la falta de luz o atrofiando sus órganos por no necesitarlos, o haciéndolos más sensibles a la luz. Algunos organismos se han adaptado a vivir en la oscuridad, como las aves nocturnas que, con ojos grandes y un oído muy desarrollado pueden cazar a sus presas. Otros, como los topos, han desarrollado el tacto y el oído por no poder usar la vista.
- Adaptación a la locomoción. Los organismos se adaptan a una locomoción acuática, terrestre o aérea.
Adaptaciones de comportamiento o etológicas
Las adaptaciones de comportamiento implican cambios en la conducta del organismo para defenderse de sus depredadores, conseguir alimento, reproducirse, migrar a otro lugar con condiciones más favorables, etc.
La adaptación a la vida diurna o nocturna también requiere adaptaciones en el comportamiento para cazar de forma distinta.