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2.4.2.1.1. Color

El color del mineral

El color es la propiedad más evidente de un mineral, lo que más nos llama la atención, pero sin embargo, es una de las menos útil para su identificación, ya que muchos minerales pueden tener colores variados, y distintos minerales pueden tener el mismo color.

El color de un mineral se debe a las longitudes de onda que absorbe y refleja de la luz blanca que incide sobre él. Si el mineral absorbe todas las longitudes de onda, su color será negro. Si el mineral refleja todas las longitudes de onda, será blanco. Si absorbe todas las longitudes de onda menos las del azul, que son reflejadas, el mineral será de color azul.

Algunos minerales presentan distinto color según el eje cristalográfico. A esta propiedad se le llama pleocroísmo.


Aunque muchos minerales son de color blanco o poco coloreados, si tienen alguna impureza puede cambiar su color. Por ejemplo, si tiene cobre, su color será verde o azulado. Si tiene hierro, su color será de rojizo a amarillento.

Todo esto hace muy complicado poder identificar un mineral únicamente por su color. En cambio, si además del color nos fijamos en otras propiedades, como la forma del cristal, el color puede ser de gran ayuda. Por ejemplo, los anfíboles, la biotita y la moscovita son comunes en algunas rocas como los granitos. Tanto el anfíbol como la biotita son de color negro, pero el anfíbol tiene forma prismática y la biotita está dispuesta en láminas. La moscovita también está formada por láminas, pero es incolora. En este caso, sí que sirve de ayuda el color para distinguir qué minerales componen la roca.

La fluorita puede tener colores variados, como blanco, amarillo, azul, violeta, verde, etc., por lo que es necesario recurrir a otras propiedades, como la dureza, brillo, forma, etc. para su determinación.

Según su color, los minerales se pueden clasificar en:

Minerales idiocromáticos

Los minerales idiocromáticos son aquellos que siempre se presentan con un color característico, ya que el color se debe a que están compuestos por elementos que le dan su color característico.

Algunos ejemplos de minerales idiocromáticos son la malaquita, el olivino o la epidota, de color verde, la azurita, de color azul, o la pirita y el azufre, de color amarillo.

La malaquita siempre tiene color verde

Minerales alocromáticos

Los minerales alocromáticos son aquellos minerales cuyo color es muy variable. Estas variaciones de color se deben a la presencia de impurezas e inclusiones en el mineral. Si no tienen impurezas, suelen ser minerales incoloros o blancos, pero si aparece algún otro elemento puede hacer cambiar su color.

Por ejemplo, el cuarzo es incoloro, pero algunas de sus variedades tienen otro color: la amatista es de color violeta, el cuarzo rosa, el jacinto de Compostela, rojo, etc. El color de los minerales alocromáticos puede estar distribuido de forma irregular, según dónde se localice el pigmento que lo colorea.

Distintas variedades de cuarzo con distintos colores

Extremadura, julio de 2019, opción B, pregunta 2

2. De qué factores depende el color de los minerales. 1 punto.

Castilla La Mancha, Julio de 2023, pregunta 11

¿Por qué no se puede usar el color como criterio identificador de cualquier mineral?

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