El sistema esquelético: la estructura y protección del cuerpo humano

El sistema esquelético desempeña un papel crucial en el cuerpo humano, formando el armazón óseo que proporciona soporte y protección a sus diversas partes. Está compuesto por huesos y cartílagos, que forman un endoesqueleto revestido por músculos, tejido conjuntivo y tejidos epiteliales. Además de su función de sostén interno, los huesos permiten la inserción de los músculos a través de los tendones, actuando como palancas que permiten el movimiento de las extremidades.

El esqueleto humano: división en esqueleto axial y esqueleto apendicular

El esqueleto humano se compone de un conjunto de 208 huesos, que se pueden agrupar en dos categorías principales:

• El esqueleto axial.
• El esqueleto apendicular.

Esqueleto axial

El esqueleto axial tiene como función principal proporcionar soporte a todo el cuerpo. Está compuesto por un total de 88 huesos, distribuidos de la siguiente manera:

• 31 huesos en la cabeza.
• 33 en la columna vertebral.
• 24 en la caja torácica.

La cabeza está formada por ocho huesos principales: un hueso frontal, dos huesos temporales, dos huesos parietales, un hueso occipital, un hueso etmoides y un hueso esfenoides. Estos ocho huesos forman la caja craneana, que protege el encéfalo, mientras que el resto de los huesos de la cabeza componen la estructura facial. Además, en la base de la lengua se encuentra el hioides, el único hueso del cuerpo humano que no se articula con otro hueso.

La columna vertebral, situada en la región dorsal, es un eje esquelético formado por 33 huesos llamados vértebras. La primera vértebra, conocida como el atlas, se articula con el hueso occipital del cráneo. En la parte inferior de la columna vertebral, las últimas 4-5 vértebras suelen fusionarse para formar un único hueso llamado cóccix. Entre las vértebras se encuentran los discos intervertebrales, que son porciones de tejido cartilaginoso que proporcionan flexibilidad a la columna vertebral. La columna vertebral presenta cuatro curvaturas naturales que delimitan diferentes regiones: la región cervical, dorsal, lumbar, sacra y coccígea o cóccix.

La caja torácica se compone de un hueso anterior llamado esternón y de las costillas, que se unen al esternón por delante y a las vértebras de la región dorsal. Hay un total de 12 pares de costillas, que son huesos largos en forma de arco. Se clasifican en costillas verdaderas (7 pares) que se unen al esternón individualmente, costillas falsas (3 pares) que se unen entre sí mediante cartílagos y a la séptima costilla, y costillas flotantes (los últimos 2 pares) que tienen su extremo anterior libre.

El esqueleto apendicular: cinturas y extremidades

El esqueleto apendicular está compuesto por los huesos de las cinturas y las extremidades. Las cinturas son estructuras óseas que unen los huesos de las extremidades al esqueleto axial.

La cintura escapular, también conocida como cintura pectoral, une las extremidades superiores al tronco. Está formada por dos clavículas y dos omóplatos, que proporcionan estabilidad y movilidad a los brazos.

La cintura pelviana, también llamada cintura pélvica, une las extremidades inferiores al hueso sacro de la columna vertebral. Está compuesta por tres huesos en cada mitad: el ilion, el isquion y el pubis. La cintura pelviana es fuerte y resistente, y proporciona soporte y estabilidad a las piernas.

Las extremidades superiores e inferiores tienen una estructura similar. Cada una consta de un hueso largo principal, el húmero en el brazo y el fémur en el muslo, que se articula con otros dos huesos largos, como el cúbito y el radio en el antebrazo o la tibia y el peroné en la pierna. Estos huesos actúan como palancas que permiten el movimiento de las extremidades. Además, las manos y los pies están formados por huesos cortos (carpianos y tarsianos, respectivamente) y huesos largos de menor longitud, como los metacarpianos, metatarsianos y falanges, que componen la estructura de los dedos.

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