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6.1.6.1.1. Enfermedades del encefalo

Enfermedades del encéfalo

El encéfalo es la parte más importante del sistema nervioso central y es responsable de controlar y coordinar todas las funciones corporales y mentales. Desde la capacidad de pensar hasta la capacidad de moverse y sentir, el encéfalo es esencial para la vida y el bienestar de una persona.

El encéfalo también puede verse afectado por una amplia gama de enfermedades que pueden afectar su funcionamiento. Algunas de estas enfermedades son degenerativas y pueden progresar con el tiempo, mientras que otras pueden ser causadas por lesiones o infecciones.

Las principales enfermedades del encéfalo son las siguientes:

Tumores cerebrales

Un tumor o neoplasia es un grupo de células que crece de forma descontrolada, separado del resto del cuerpo. Un tumor cerebral es un crecimiento anormal de células en el cerebro. Puede ser benigno (no canceroso) o maligno (canceroso).

Aproximadamente el 20% de los tumores cerebrales son meningiomas, que son tumores encapsulados con una membrana propia y generalmente son tumores benignos.

Sin embargo, la mayoría de los tumores cerebrales son tumores infiltrantes que invaden los tejidos circundantes, y son por lo tanto, tumores malignos.

Los tumores metastásicos son aquellos que comienzan en un órgano y se propagan a otro.

Los tumores cerebrales pueden estar causados por una serie de factores, incluyendo mutaciones genéticas o exposición a sustancias tóxicas.

Los síntomas de un tumor cerebral dependen del tamaño, la ubicación y el tipo de tumor. Algunos de los síntomas incluyen dolor de cabeza, náuseas y vómitos, debilidad o pérdida de sensibilidad en una parte del cuerpo, convulsiones y problemas de visión o equilibrio.

El tratamiento para un tumor cerebral depende del tipo y la gravedad del tumor. Algunos tumores pueden ser tratados con cirugía, mientras que otros pueden requerir radioterapia o quimioterapia.

Tumor cerebralBy Bobjgalindo (Own work) [GFDL or CC BY-SA 4.0-3.0-2.5-2.0-1.0], via Wikimedia Commons


Infecciones cerebrales

Las infecciones cerebrales pueden ser causadas por virus, bacterias, hongos y otros parásitos. Algunas de las infecciones que se pueden producir son:

Meningitis

La meningitis es una inflamación de las meninges que protegen el encéfalo y la médula espinal.

La meningitis es una infección grave que afecta las meninges, las membranas que rodean y protegen el encéfalo y la médula espinal. Esta enfermedad puede ser causada por diferentes tipos de virus y bacterias y puede tener graves consecuencias si no se trata a tiempo.

La meningitis puede ser causada por diferentes tipos de virus y bacterias, pero también puede estar causada por infecciones no contagiosas, como una reacción autoinmunitaria o una lesión en el cerebro.

Los síntomas de la meningitis pueden incluir fiebre, dolor de cabeza intenso, náuseas y vómitos, debilidad y cansancio, rigidez en el cuello, dolor de cuerpo y manchas rojas o moradas en la piel. También puede haber confusión, somnolencia y problemas para concentrarse. En casos graves, la meningitis puede causar convulsiones, coma y daño cerebral permanente.

La meningitis puede tener graves consecuencias si no se trata a tiempo. Se trata de una enfermedad poco frecuente que puede ser grave pues, si no se trata rápidamente, la infección puede afectar al tejido nervioso y producir daños irreparables, pudiendo ser letal. Algunos de los problemas más comunes incluyen daño cerebral permanente, perdida de audición, problemas de memoria y concentración, dificultad para hablar y problemas de movimiento. La meningitis también puede ser mortal en algunos casos.

El tratamiento de la meningitis depende de la causa que la haya producido. Si es causada por una bacteria, se puede tratar con antibióticos. Si es causada por un virus, el tratamiento puede incluir medicamentos para reducir los síntomas y ayudar a prevenir complicaciones. En casos graves, puede ser necesario la hospitalización del paciente.

La mejor manera de prevenir la meningitis es mantener un estilo de vida saludable y fortalecer el sistema inmunitario. Esto incluye hacer ejercicio regularmente, mantener una dieta saludable, descansar adecuadamente y evitar el contacto con personas enfermas. También puede ser útil vacunarse contra diferentes tipos de meningitis.

Síntomas de meningitis. A nivel central: cefalea (headache), alteración del estado mental (altered mental status); a nivel de los oídos: fonofobia (phonophobia); a nivel ocular: fotofobia (photophobia); a nivel cervical: rigidez de nuca (stiffness); a nivel sistémico: fiebre alta (high fever); a nivel del tronco, las mucosas y las extremidades (si la infección es meningocócica): petequias (petechiae).

Mikael Häggström, Public domain, via Wikimedia Commons


Encefalitis

La encefalitis es un conjunto de enfermedades producidas por la inflamación del encéfalo.

Esta inflamación puede ser causada por virus, bacterias, parásitos o enfermedades autoinmunitarias.

Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, debilidad muscular, confusión y alteraciones del comportamiento, convulsiones y llegar a un estado de coma.

Con la excepción de la encefalitis producida por virus, la encefalitis suele ser un síntoma más de la enfermedad. Normalmente, se habla de encefalitis como sinónimo de encefalitis vírica.

El tratamiento puede incluir medicamentos antivirales, antibióticos y terapia de soporte, dependiendo de la causa que la haya originado. Es importante buscar atención médica temprana para lograr un diagnóstico preciso y un tratamiento efectivo.

Mielitis

La mielitis es una enfermedad inflamatoria que afecta la médula espinal y su capacidad para transmitir señales nerviosas. La médula espinal es un componente fundamental del sistema nervioso central, y está compuesta por una serie de capas de tejido nervioso, incluyendo las raíces nerviosas y la mielina, una sustancia blanca que envuelve y protege los nervios. La mielitis ocurre cuando se produce una inflamación en la médula espinal, concretamente en la capa de tejido nervioso que rodea las raíces nerviosas.

Esta inflamación puede alterar la transmisión de señales nerviosas, lo que resulta en síntomas como dolor, debilidad muscular, pérdida de sensibilidad, trastornos de la marcha y otros problemas de movimiento. La mielitis puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo infecciones víricas, enfermedades autoinmunitarias, desórdenes metabólicos y lesiones traumáticas.

El tratamiento de la mielitis depende de la causa que la haya originado y puede incluir medicamentos antiinflamatorios, corticosteroides, terapia física y rehabilitación, y terapia médica específica para tratar el origen de la enfermedad. Es importante destacar que la mielitis es una enfermedad que se puede tratar y que muchas personas pueden lograr una buena recuperación con un tratamiento adecuado. Sin embargo, el pronóstico y la respuesta a los tratamientos varían según la causa y la gravedad de la enfermedad.

Abscesos cerebrales

El encéfalo puede ser invadido por microorganismos, lo que se conoce como una infección cerebral. La inflamación resultante se denomina encefalitis. Las infecciones bacterianas a menudo causan la formación de abscesos cerebrales o meningitis, mientras que las infecciones virales pueden ser neurotrópicas o pantrópicas. Un absceso cerebral es una acumulación de pus debido a una infección y está asociado con la muerte del tejido cerebral.        

Los abscesos cerebrales son lesiones purulentas (con pus) en el tejido cerebral. Se trata de una acumulación de pus y tejido muerto causado por una infección bacteriana o fúngica. Estas lesiones pueden formarse en cualquier parte del cerebro y pueden ser potencialmente graves ya que pueden alterar el funcionamiento normal del cerebro y causar daño permanente si no se tratan adecuadamente.

Los abscesos cerebrales son una emergencia médica y requieren atención inmediata. Los síntomas incluyen dolor de cabeza persistente, fiebre, náuseas, vómitos, convulsiones y alteraciones de la conciencia. El diagnóstico se realiza a través de pruebas de imagen, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética, y puede requerir una biopsia para confirmar la presencia de un absceso.

El tratamiento para los abscesos cerebrales generalmente consiste en antibióticos para tratar la infección y drenaje quirúrgico del absceso para eliminar el pus y reducir la presión en el tejido cerebral.

Hemorragia cerebral o ictus hemorrágico o derrame cerebral

Se hablará de la hemorragia cerebral o ictus hemorrágico o derrame cerebral en el apartado dedicado a los trastornos neurológicos adquiridos.

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