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5.1.4.3. Absorcion

Absorción de nutrientes

La absorción es el paso de los nutrientes resultantes de la digestión (los nutrientes), junto con el agua, sales minerales y vitaminas, que no necesitan digestión, desde el intestino hasta el sistema circulatorio (o linfático), que los llevará hasta las células. Casi todos los nutrientes se absorben en el intestino delgado, excepto el agua, que se absorbe en el intestino grueso.

Absorción de nutrientes en el intestino delgado

Después de actuar las enzimas digestivas, el quimo se ha transformado en un líquido viscoso, de aspecto blanquecino, denominado quilo. La contracción refleja de las paredes musculares del intestino producen movimientos mezcladores y peristálticos que permiten que el quimo avance y se mezcle, ayudado por las secreciones del páncreas, de la vesícula biliar, y del glándulas intestinales de Brunner y Lieberkünh.

Para que se pueda realizar la absorción, los principios inmediatos han tenido que ser digeridos y transformados en sustancias más simples que puedan atravesar la pared intestinal para llegar al torrente sanguíneo:

Los componentes útiles que forman el quilo, agua, sales minerales, monosacáridos, aminoácidos, bases nitrogenadas, vitaminas, ácidos grasos y glicerina, son absorbidos a través de la mucosa intestinal. Son muy pocas las sustancias, entre ellas el alcohol, que pueden ser absorbidas a través de la pared del estómago.

El agua se absorbe por ósmosis, mientras que las otras sustancias se absorben por difusión y transporte activo en las células de la mucosa. Dicha absorción es selectiva: las células son capaces de reconocer y seleccionar los distintos tipos de sustancias presentes en los alimentos. Por eso, aunque la glucosa, la fructosa y la galactosa son de tamaño parecido, la galactosa se absorbe más rápidamente, mientras que la fructosa lo hace de una forma más lenta.

La mayor parte de la absorción de nutrientes se realiza en el yeyuno, y muy pocos se absorben en el íleon.

La mucosa intestinal posee una gran superficie, lo que facilita la absorción. Ello se debe a la gran longitud del intestino y a que las paredes intestinales aumentan notablemente su superficie por la existencia de pliegues circulares con vellosidades intestinalesAdemás, para aumentar aún más la superficie, las células intestinales tienen numerosos repliegues llamados microvellosidades intestinales, consiguiendo alcanzar una superficie de absorción de unos 300 m2.

Algunos nutrientes como agua, sales minerales, vitaminas, monosacáridos, aminoácidos y ácidos grasos de cadena corta, son absorbidos rápidamente por las células de la mucosa que tapiza las vellosidades intestinales. Estas células, vierten estos nutrientes a los capilares sanguíneos del interior de las vellosidades. Los capilares se reúnen en vasos cada vez mayores, que desembocan en la vena porta hepática, que transporta estos nutrientes al hígado donde serán tratados químicamente y se modificarán. Después pasan a la circulación general a través de la vena hepática que vierte en la vena cava inferior. A esta red sanguínea se le conoce como sistema porta del hígado.

La digestión de las grasas produce ácidos grasos y glicerina, y estos componentes se combinan con las sales biliares y forman complejos solubles llamados micelas. Pequeñas cantidades de ácidos grasos y glicerina están libres en el intestino y pueden atravesar la membrana plasmática. Según van siendo absorbidas estas sustancias, son reemplazadas por otras de las contenidas en las micelas.

Las grasas, en lugar de pasar a la sangre, pasan a través de los vasos quílíferos al sistema linfático para pasar, posteriormente, a la sangre. Los ácidos grasos de cadena larga, después de ser absorbidos, son esterificados de nuevo a triglicéridos por las células de la mucosa que también resintetizan los fosfolípidos y los ésteres de colesterina. Estos lípidos no son hidrosolubles, y tienen que ser revestidos  por lipoproteínas, formando un vehículo de transporte hidrosoluble, los quilomicrones. Los quilomicrones son vertidos al vaso quilífero central de la vellosidad, por el que alcanzan la sangre a través del sistema linfático, sin pasar previamente por el hígado. Los ácidos grasos de cadena larga son esterificados a triglicéridos y llegan a la sangre a través de la linfa sin pasar por el hígado.

  • Toda la mucosa digestiva puede absorber algún tipo de sustancia, la mayor parte de los nutrientes se absorben en los primeros tramos del intestino delgado.
  • Los productos obtenidos en la digestión son absorbidos por las células epiteliales que forman las vellosidades intestinales. Pasan a los capilares sanguíneos, que convergen para formar la vena porta, que transporta la sangre del intestino al hígado donde se procesan químicamente los nutrientes absorbidos.
  • Los ácidos grasos y el glicerol se vuelven a unir en su interior y forman grasas neutras que pasan directamente a los vasos linfáticos y luego, a través de las venas subclavias, y al sistema circulatorio.

Vellosidades intestinales

By Boumphreyfr (Own work) [CC BY-SA 3.0 or GFDL], via Wikimedia Commons

Absorción de nutrientes en el intestino grueso

Cuando el quilo llega hasta la válvula ileocecal, mediante un mecanismo reflejo, el intestino delgado produce unos movimientos que provocan que se abra el esfínter y pase al colon.

Los movimientos del colon permiten que se deshidrate lo que queda del quilo que no ha sido absorbido y se almacenen los restos.

En el intestino grueso no se produce ningún proceso digestivo, no se secretan enzimas digestivas, pero sí grandes cantidades de moco que protegen la mucosa y lubrican las paredes intestinales. En el colon no existen repliegues puesto que no es necesario absorber muchos nutrientes, pero sí existen muchas células caliciformes (células de Lieberkünh) en su mucosa que generan un moco que lubrica y facilita el paso de las heces.

El intestino grueso está formado por varias partes: ciego, colon ascendente, colon transverso, colon descendente y recto.

Después de que los nutrientes hayan sido absorbidos en intestino delgado, lo que queda del quilo pasa, a través de la válvula ileocecal, al intestino grueso, donde tienen lugar tres procesos:

  • Se absorbe el agua y algunos electrolitos, como el sodio, potasio, cloruro, bicarbonato, algunos ácidos grasos y las vitaminas B y K. Se recupera así el agua utilizada en todo el proceso digestivo. Por tanto, el intestino grueso interviene en el mantenimiento del equilibrio hídrico del cuerpo humano, absorbiendo el agua no absorbida en el intestino delgado.
  • La microbiota intestinal está formada por unas bacterias que viven en simbiosis con nosotros en nuestro intestino que realizan una digestión suplementaria, aprovechando algo de celulosa (que no podemos digerir). Estas bacterias viven en simbiosis con nuestro cuerpo y permiten que se sintetice la vitamina K (antihemorrágica) y la vitamina B12. Estas bacterias fermentan los residuos no digeridos y generan gases intestinales.
  • Se forman las heces fecales, que es como se eliminan los restos de la digestión que no han sido absorbidos.

Las heces avanzan hacia el exterior mediante movimientos peristálticos que las dirigen hacia el ano.

En la parte final del intestino grueso se van almacenando las materias fecales.

No hay que confundir las heces, en las que se eliminan los residuos de la digestión, con la orina, donde se excretan los desechos del metabolismo para limpiar la sangre que los transporta.

Intestino grueso

By OpenStax College [CC BY 3.0], via Wikimedia Commons


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