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4.8. Alimentacion y ejercicio fisico

Alimentación y ejercicio físico

El ejercicio físico contribuye de forma notable a aumentar las necesidades energéticas del organismo.

Ya se vio que el metabolismo basal es la cantidad mínima de energía que necesita el organismo para realizar sus funciones vitales, estando en ayunas y a temperatura constante, cuando el consumo energético es más bajo. Con esta energía, el corazón puede latir, se puede realizar la respiración, sintetizar proteínas, transportar iones a través de las membranas celulares, etc.

A esta cantidad mínima de energía, una persona que tenga una actividad sedentaria, tendría que añadir cerca de un 30% más de energía para realizar esa actividad de escaso ejercicio físico. Si la actividad física desarrollada es moderada, tendría que añadir alrededor de un 60% más y, si la actividad física es intensa, un 100% más de energía.

El estado de salud de una persona depende, fundamentalmente, de dos factores:

  • Las características genéticas de la persona. La mayor parte de las enfermedades depende de la naturaleza de la persona.
  • El estilo de vida. Determina que se desarrolle o no una enfermedad. Algunos de los factores de riesgo para la salud son:
    • El sedentarismo. Es necesario la práctica regular de ejercicio físico.
    • La alimentación inadecuada. Es necesario tener una dieta equilibrada.

Las personas que realizan ejercicio con regularidad tienen una mayor calidad de vida y tienen menos problemas asociados a enfermedades crónicas y el envejecimiento. Tienen menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer, que son las dos causas de mortalidad más frecuentes.

El ejercicio físico mejora el estado de ánimo y aumenta el bienestar psicológico, refuerza la autoestima, y la confianza en uno mismo, además de reducir problemas de depresión y ansiedad.

La alimentación, antes de hacer deporte, tiene que estar basada en glúcidos, con pocos lípidos y proteínas. Así se aumenta los niveles de glucógeno en el hígado y en los músculos. No comer los alimentos correctos puede suponer un problema al realizar el ejercicio. Es preferible hacer no hacer ejercicio hasta después de dos o tres horas de haber comido. Durante el ejercicio, hay que hidratarse. Después del ejercicio, aunque probablemente no apetezca demasiado comer, es necesario reponer los glúcidos consumidos para recargar las reservas de glucógeno.

El mal llamado "corte de digestión" o hidrocución no es un problema digestivo, sino un shock debido a la diferencia de temperatura en el que se produce un síncope al entrar en contacto con el agua fría, por desencadenarse el reflejo de inmersión, que reduce la frecuencia cardiaca y la contracción de los vasos sanguíneos, y se inhibe la respiración y la circulación produciendo, a veces, una parada cardiorrespiratoria.

Deportista comiendo un bocadilloImagen hecha con Dream by Wombo

La dieta equilibrada adecuada a cada deportista será la que le proporcione los nutrientes necesarios a cada individuo, según sus características personales y el deporte que practique. El deportista tiene que cuidar su dieta, pero no únicamente los días antes de la competición, sino que esos hábitos se han tenido que practicar durante mucho tiempo y con regularidad.

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