Biologia-Geologia.com
Biología y Geología 1º ESO Biología y Geología 3º ESO Biología y Geología 4º ESO Anatomía Aplicada 1º Bach
Biología 2º Bachillerato Geología 2º Bachillerato Blog "Profedebiogeo"

Saltar la navegación

6.2.4.5. Enfermedades en los testiculos

Trastornos testiculares

Los testículos desempeñan dos funciones principales en el cuerpo masculino.

  • Son los responsables de la síntesis de testosterona, la principal hormona sexual masculina o andrógeno.
  • Producen espermatozoides, los gametos masculinos necesarios para la reproducción.

Sin embargo, existen trastornos que pueden afectar el correcto funcionamiento de los testículos y comprometer estas funciones.

Hipogonadismo masculino

El hipogonadismo masculino es una enfermedad en la que los testículos presentan una actividad insuficiente. Esto puede ser causado por la falta de secreción de hormonas estimulantes por parte de la glándula hipófisis o por problemas directos en los testículos. Cuando los testículos son hipoactivos, la producción de andrógenos se ve afectada. Como resultado, puede haber retraso en el crecimiento y desarrollo sexual, producción escasa de esperma e incluso un tamaño reducido del pene.

Síntomas del hipogonadismo masculino

Los síntomas del hipogonadismo varían según la etapa de desarrollo en la que se manifieste el trastorno. En el caso de un feto masculino, una deficiencia de andrógenos durante los primeros tres meses de embarazo puede llevar al desarrollo incompleto de los genitales. La uretra puede abrirse en la parte inferior del pene en lugar de en su extremo, o el bebé puede desarrollar genitales femeninos, lo que se conoce como pseudohermafroditismo masculino. También es posible que el feto presente un pene anormalmente pequeño (microfalo) o que los testículos no desciendan por completo al escroto si hay una deficiencia de andrógenos más adelante durante el embarazo.

En la niñez, la deficiencia de andrógenos provoca un desarrollo sexual incompleto. El niño afectado puede tener una voz aguda, un escaso desarrollo muscular para su edad y genitales poco desarrollados, incluyendo el pene, los testículos y el escroto. Además, puede haber escasez de vello púbico y axilar, así como extremidades notablemente largas.

En la pubertad, la deficiencia de andrógenos puede causar escaso deseo sexual, impotencia y menor fuerza muscular en los niños. Los testículos pueden encogerse, la piel alrededor de los ojos y los labios puede presentar arrugas finas, el vello corporal puede ser escaso y los huesos pueden debilitarse. Si la deficiencia de andrógenos se debe a un problema en los testículos, es posible que se desarrollen glándulas mamarias en el varón, una condición conocida como ginecomastia.

Síndrome de Klinefelter

El síndrome de Klinefelter es una condición que afecta aproximadamente a 1 de cada 700 nacimientos masculinos. Se produce debido a una anomalía cromosómica en la que los niños afectados generalmente tienen dos cromosomas X y uno Y (XXY en lugar del XY normal), aunque en algunos casos pueden tener más copias del cromosoma X. Por lo general, este síndrome no se detecta hasta la pubertad, cuando el desarrollo sexual del niño no es normal.

Los varones con síndrome de Klinefelter suelen tener testículos pequeños, con un tamaño inferior a dos centímetros de diámetro transversal en el escroto. Estos testículos suelen ser firmes y contener tejido fibroso en lugar de células productoras de esperma. Además, es común que presenten un leve agrandamiento de las glándulas mamarias y proporciones esqueléticas anormales, con piernas más largas que el torso y la cabeza. También pueden experimentar comportamientos antisociales. Se ha observado un mayor riesgo de diabetes mellitus, enfermedad pulmonar crónica, venas varicosas, hipotiroidismo y cáncer de mama en personas con este síndrome. El diagnóstico se confirma mediante el análisis cromosómico de las células sanguíneas.

Síndrome de Klinefelter

Radio89, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

Anorquismo bilateral

El anorquismo bilateral afecta a aproximadamente uno de cada 20,000 varones. En esta condición, los testículos están presentes al comienzo del desarrollo, pero son absorbidos por el organismo antes o después del nacimiento. Sin los testículos, estos niños no pueden producir testosterona ni esperma, lo que resulta en la ausencia de las características sexuales secundarias masculinas durante la pubertad y en la infertilidad.

Criptorquidia

La criptorquidia es una afección en la que ambos testículos no descienden desde su ubicación original en el abdomen hasta el escroto, como deberían hacerlo normalmente poco antes del nacimiento. Alrededor del 3 por ciento de los niños nacen con criptorquidia, pero en la mayoría de los casos, los testículos descienden por sí mismos antes de que el niño cumpla un año. Sin embargo, si los testículos no descienden, se requiere una cirugía para colocarlos nuevamente en el escroto y prevenir problemas como la esterilidad o la torsión testicular (enrollamiento doloroso del cordón espermático) y para reducir el riesgo de cáncer testicular. Esta intervención quirúrgica debe llevarse a cabo antes de los cinco años de edad.

Otros trastornos testiculares

Además de los trastornos mencionados anteriormente, existen otras condiciones que pueden afectar los testículos y su correcto funcionamiento:

  • Ausencia congénita de las células de Leydig: Esta condición provoca el desarrollo de genitales ambiguos en los fetos masculinos debido a la insuficiente producción de testosterona por parte de las células de Leydig en los testículos.

  • Síndrome de Noonan: Esta enfermedad se caracteriza por testículos pequeños con baja producción de testosterona. Otros síntomas pueden incluir cuello con varios pliegues, orejas de implantación baja, párpados caídos, baja estatura, dedo anular corto, paladar arqueado y anomalías cardíacas y vasculares.

  • Distrofia miotónica: Esta enfermedad muscular puede afectar el funcionamiento testicular en el 80 por ciento de los casos. Los testículos se ven reemplazados por tejido fibroso y no producen esperma. Otros síntomas incluyen debilidad muscular, calvicie, retraso mental, cataratas, diabetes mellitus, hipotiroidismo y engrosamiento anormal de los huesos del cráneo.

Tratamiento de los trastornos testiculares

El tratamiento de los trastornos testiculares depende de la causa subyacente y de los síntomas específicos de cada individuo. A continuación, se presentan algunos enfoques comunes utilizados en el tratamiento de estos trastornos:

  • Suplementos de testosterona: Cuando la glándula hipófisis no produce las hormonas necesarias para estimular los testículos, se pueden recetar suplementos de testosterona para compensar esta deficiencia.

  • Inyecciones de testosterona: En algunos casos, se pueden administrar inyecciones de testosterona durante un período de tiempo determinado para estimular el desarrollo sexual y corregir las deficiencias hormonales.

  • Administración de testosterona por vía transdérmica: La testosterona también puede administrarse mediante un parche en la piel que se aplica diariamente. Esto permite una absorción gradual de la hormona en el cuerpo.

  • Cirugía reparadora: En casos de desarrollo anormal del pene, es posible realizar cirugías reconstructivas para corregir la condición. Además, en algunos casos, se pueden colocar testículos artificiales en el escroto por razones estéticas, aunque estos no producirán esperma ni hormonas. La cirugía para descender los testículos al escroto también puede ser necesaria para restaurar su función normal.

Creado con eXeLearning (Ventana nueva)