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6.1.10.4. Propiocepcion

Propiocepción o cinestesia

La propiocepción o cinestesia es el sentido que nos permite percibir la posición y movimiento de nuestro cuerpo en el espacio. Este sistema sensorial es esencial para la coordinación y el control motor, ya que nos proporciona información precisa sobre la posición de los músculos, lo que permite sentir la posición de las distintas partes del cuerpo en todo momento.

La propiocepción se basa en la información sensorial que se origina en los receptores sensoriales (propioceptores) ubicados en los músculos, tendones, articulaciones y piel, que envían señales al sistema nervioso central para procesar la información y crear una representación mental del cuerpo y su movimiento.

Niña saltando en una cama elástica poniendo a prueba su propiocepción.

Los propioceptores se pueden considerar como un subsistema de interorreceptores que, además de los receptores relacionados con el equilibrio y el movimiento corporal, también incluyen los receptores de la presión sanguínea o quimiorreceptores sensibles al pH, a la concentración de oxígeno y a la de dióxido de carbono. También son interoceptores los que permiten detectar la temperatura corporal, el hambre, la sed, que la vejiga está llena o el deseo de defecación.

En sentido estricto, los propioceptores incluyen el sistema o aparato vestibular del oído y el conjunto de receptores articulares y musculares que miden el estado de tensión y grado de estiramiento de músculos, tendones y ligamentos. Los propioceptores también se comportan como mecanorreceptores cuando se activan como consecuencia de la presión o tracción mecánicas.

En los músculos, existen dos tipos de receptores sensoriales que juegan un papel crucial en la propiocepción: los husos musculares y los órganos tendinosos de Golgi.

  • Los husos musculares se ubican en paralelo entre las fibras musculares esqueléticas y están formados por entre 2 y 14 fibras intrafusales especializadas, las cuales están envueltas por una cápsula de tejido conectivo. Por otro lado, las fibras musculares extrafusales que constituyen los elementos contráctiles del músculo, se encuentran alrededor del huso muscular.
  • Los órganos tendinosos de Golgi se ubican en serie con las fibras musculares y se localizan en la unión de estas fibras y el tendón. Estos receptores están encapsulados por fibras de colágeno trenzadas que los unen a las fibras musculares, entrelazadas con numerosos terminales del axón aferente.

En conjunto, estos receptores sensoriales envían información al sistema nervioso central acerca de la posición y movimiento del cuerpo, permitiéndonos realizar movimientos precisos y coordinados, y ajustar nuestra postura de forma adecuada. La propiocepción es fundamental en la vida cotidiana y en la realización de actividades deportivas y laborales.

La propiocepción es particularmente importante para la realización de tareas motoras precisas y la percepción del equilibrio y la postura corporal. Además, la propiocepción está estrechamente relacionada con otros sistemas sensoriales como la visión y el sistema vestibular, que juntos proporcionan una percepción completa del movimiento y la posición del cuerpo en el espacio.


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