Biologia-Geologia.com
Biología y Geología 1º ESO Biología y Geología 3º ESO Biología y Geología 4º ESO Anatomía Aplicada 1º Bach
Biología 2º Bachillerato Geología 2º Bachillerato Blog "Profedebiogeo"

Saltar la navegación

6.1.10.8. El oido

El sentido del oído

En esta sección estudiaremos:

Anatomía del sistema auditivo

El sentido del oído es uno de los sentidos más importantes del cuerpo humano. A través de él, somos capaces de percibir el sonido y la música, comunicarnos con los demás, y estar alerta a posibles peligros. Aunque es un sentido complejo, en esencia es bastante sencillo. El oído se encarga de recibir las ondas sonoras, transformarlas en impulsos eléctricos, y enviarlos al cerebro para que sean interpretados como sonido.

El oído humano es capaz de captar un amplio rango de frecuencias sonoras, desde los 20 Hz hasta los 20.000 Hz. Esta capacidad nos permite oír una gran variedad de sonidos, desde los susurros más suaves hasta los sonidos más estridentes. Además, el oído también es capaz de distinguir la dirección de la fuente de sonido, lo que nos permite localizar el origen de los sonidos a nuestro alrededor.

En este sentido, el estudio del oído es fundamental para la comprensión de cómo el cuerpo humano percibe el sonido y se relaciona con el mundo sonoro que nos rodea. A lo largo de la historia, la ciencia ha logrado grandes avances en el conocimiento de este sentido y, hoy en día, contamos con un amplio conjunto de herramientas y tecnologías para estudiar y comprender su funcionamiento.

La transformación del sonido en sensaciones auditivas tiene lugar en el oído. Para comprender cómo se procesan las ondas sonoras y cómo se codifica la información que contienen en forma de impulsos nerviosos (transducción), es necesario describir la estructura anatómica del oído. Este órgano está ubicado en los huesos temporales del cráneo y se compone de tres partes claramente diferenciadas:

El oído externo

El oído externo es una estructura que se encuentra a ambos lados de la cabeza de los vertebrados y está formado por una cavidad o canal más o menos cilíndrico que discurre entre el exterior y el tímpano. A este canal se le conoce como meato auditivo externo y tiene una longitud de aproximadamente tres centímetros y un diámetro de siete milímetros en los seres humanos.

En los mamíferos terrestres, este canal está rodeado en su parte exterior por las orejas, también conocidas como pabellón auditivo. La forma de las orejas puede variar dependiendo de la especie y son una parte importante del oído externo. El canal auditivo externo finalmente llega al tímpano, una membrana de tambor que cierra completamente el canal.

El oído externo es la parte visible del oído y consta de tres componentes principales:

Pabellón auricular o auditivo u oreja

El pabellón auricular es la parte visible de la oreja que se extiende hacia el exterior y sobresale en la región temporal de la cabeza. Está formado por un armazón de cartílago cubierto por piel y tiene la importante función de recoger y dirigir las ondas sonoras hacia el oído.

En su cara externa, presenta una serie de salientes y depresiones que circunscriben el orificio auditivo, donde se abre el conducto auditivo. Los salientes incluyen la hélice o hélix (borde exterior replegado), antihélice o antihélix (o eminencia central del pabellón) que termina en una elevación llamada antitragus, y el tragus, los cuales ayudan a dirigir las ondas sonoras hacia el conducto auditivo.

El pabellón auricular también está constituido por un simple repliegue cutáneo debajo del tragus y antitragus, conocido como lóbulo de la oreja, formado por tejido blando.

En conjunto, estas estructuras del pabellón auricular trabajan juntas para capturar y dirigir las ondas sonoras hacia el conducto auditivo y, posteriormente, al oído interno donde se convierten en señales eléctricas que el cerebro interpreta como sonido.

Partes de la orejaCanal auditivo

El canal auditivo, también conocido como meato auditivo externo, es una estructura del oído externo presente en los vertebrados, que conecta el exterior con el tímpano. Se trata de un conducto más o menos cilíndrico con una longitud aproximada de tres centímetros y un diámetro de unos siete milímetros en los seres humanos.

El canal auditivo está rodeado en su parte exterior por el pabellón auricular, también conocido como la oreja.

La parte interna del canal auditivo está recubierta por una capa delgada de piel que produce cera y que protege el oído de infecciones y cuerpos extraños. La cera también ayuda a lubricar y limpiar el canal auditivo.

El extremo interno del canal auditivo está cerrado por el tímpano. 

Tímpano

El tímpano, también conocido como membrana timpánica, es una membrana delgada, elástica y sensible que separa el oído externo del oído medio. Su función principal es la de recibir y transmitir las vibraciones de sonido que se producen en el aire hacia los huesos del oído medio, que a su vez las transmiten a la cóclea, el órgano del oído interno responsable de la audición.

La membrana timpánica está compuesta principalmente por dos capas, separadas por una capa de tejido conjuntivo y contienen fibras musculares y nerviosas. Estas capas son:

  • La capa externa, que está en contacto directo con el canal auditivo.
  • La capa interna, que está en contacto con el oído medio.

La membrana timpánica es una estructura muy sensible y puede verse afectada por diversos factores, como infecciones, traumatismos o exposición a ruidos fuertes. 

El tímpano es una estructura importante para la audición, ya que vibra cuando las ondas sonoras golpean el oído externo y transmite esas vibraciones al oído medio.

Estos tres componentes del oído externo trabajan juntos para capturar y transmitir las ondas sonoras hacia el oído medio. Cuando las ondas sonoras entran en el canal auditivo, hacen que el tímpano vibre, lo que a su vez mueve los huesecillos del oído medio y transmite las vibraciones al oído interno, donde se convierten en señales eléctricas que el cerebro interpreta como sonido.

Partes del oído

Lars Chittka; Axel Brockmann, CC BY 2.5, via Wikimedia Commons

El oído medio

El oído medio es una de las tres partes principales del oído humano, ubicado entre el oído externo y el oído interno. Esta estructura consiste en una cavidad llena de aire, que contiene los huesecillos del oído medio, llamados martillo, yunque y estribo, que transmiten las vibraciones sonoras desde la membrana timpánica a la ventana oval del oído interno.

Los huesecillos del oído medio se encuentran unidos mediante ligamentos, lo que permite que el movimiento de uno de ellos se transmita a los demás. El martillo se une a la membrana timpánica, mientras que el estribo se une a la ventana oval, que es la membrana que cierra el canal vestibular de la cóclea. La ventana redonda cierra el canal timpánico de la cóclea. El martillo y el yunque se mantienen en su posición gracias a otros ligamentos que los sujetan al hueso craneal. El músculo tensor del tímpano se encuentra asociado al martillo, mientras que el músculo estapedio se encuentra enganchado al estribo. 

Estos huesecillos están unidos entre sí mediante ligamentos, de forma que el desplazamiento de uno de ellos se propaga a los demás. El martillo está unido al tímpano, mientras que el estribo lo está a la membrana que obtura el canal vestibular de la cóclea, conocida como ventana oval. La ventana redonda cierra el canal timpánico de la cóclea. Además, el yunque y el martillo se mantienen en su posición merced a otros ligamentos que los fijan por arriba al hueso craneal. Asociado al martillo se encuentra el músculo tensar del tímpano, mientras que el estribo lleva enganchado el músculo estapedio

El oído medio también contiene la trompa de Eustaquio, un canal que conecta la cavidad del oído medio con la parte posterior de la cavidad bucal. La trompa de Eustaquio tiene la función de equilibrar la presión en el oído medio con la del ambiente externo, lo que permite un correcto funcionamiento de la membrana timpánica y los huesecillos del oído medio.

Una de las principales funciones del oído medio es amplificar las vibraciones sonoras. El tamaño y forma de la cavidad del oído medio, así como la relación de los huesecillos entre sí, hacen posible que las vibraciones sonoras sean amplificadas varias veces antes de ser transmitidas a la cóclea, el órgano del oído interno responsable de la audición.

El oído medio es una estructura clave en el proceso de audición, responsable de amplificar y transmitir las vibraciones sonoras desde la membrana timpánica hasta la cóclea.

Oído medio

BruceBlaus, CC BY 3.0, via Wikimedia Commons

El oído interno

El oído interno es una estructura esencial del sistema auditivo humano, encargada de convertir las ondas sonoras en señales eléctricas que el cerebro puede interpretar como sonidos.

El oído interno alberga una estructura fundamental llamada laberinto, el cual se compone de dos partes principales: la cóclea y el aparato vestibular.

La cóclea es una estructura ósea en forma de espiral, que se encuentra ubicada en el hueso temporal del cráneo y en cuyo interior se encuentra el órgano de la audición. Está dividida en tres compartimentos llenos de líquido, que contienen las células sensoriales encargadas de la audición. Las ondas sonoras que llegan al oído interno hacen vibrar la membrana basilar, que a su vez provoca la estimulación de las células sensoriales, las cuales envían señales eléctricas al cerebro para su interpretación.

Si se estirase el tubo óseo que forma la cóclea, tendría una longitud de entre 3.3 y 3.5 cm. Su hueco interior se divide en tres canales o rampas, separados por dos membranas: la membrana vestibular y la membrana basilar. La rampa superior se llama rampa vestibular, la inferior rampa timpánica y el canal que se encuentra entre ambas se conoce como conducto codear o rampa media.

Partes del laberinto

La cóclea está cerrada, ya que la rampa vestibular está bloqueada por una ventana llamada ventana oval y la rampa timpánica finaliza en la ventana redonda.

Vista longitudinal de la cóclea en la que son visibles las rampas y el helicotrema.

Posible2006, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

La perilinfa, un líquido, llena las rampas vestibular y timpánica, mientras que la endolinfa llena el conducto codear. Dentro del conducto codear se encuentran las células ciliadas, especializadas en la transducción de los estímulos acústicos. Estas células forman parte del órgano de Corti, que cubre gran parte de la membrana basilar desde la ventana oval hasta el helicotrema, que es el hueco que comunica las rampas superior e inferior. Además, la membrana tectoria cubre el órgano de Corti, llegando sólo hasta la mitad del conducto coclear.

Representación esquemática del órgano de Corti

Posible2006, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Por otro lado, el sistema vestibular es responsable del equilibrio y la orientación espacial. Está compuesto por tres canales semicirculares y dos cámaras llenas de líquido y células sensoriales, que detectan el movimiento y la posición de la cabeza. Esta información se utiliza para mantener el equilibrio y la postura, y para orientarnos en el espacio.

Anatomía del oído interno

BruceBlausDe la traducción Ortisa, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons


Fisiología de la audición

La fisiología de la audición es el estudio del proceso por el cual el oído humano es capaz de detectar y procesar el sonido. El oído se divide en tres partes: el oído externo, el oído medio y el oído interno. Cada parte del oído tiene una función importante en la transmisión y el procesamiento del sonido.

El oído externo se compone del pabellón auricular y el canal auditivo externo. El pabellón auricular ayuda a captar el sonido y a dirigirlo hacia el canal auditivo externo. El canal auditivo externo actúa como un conducto que lleva el sonido hacia el tímpano. El canal auditivo externo también está cubierto de cerumen, una sustancia cerosa que ayuda a proteger el oído contra la entrada de microorganismos y la acumulación de polvo.

El oído medio se compone de la membrana timpánica, la cadena de huesecillos y la trompa de Eustaquio. Cuando el sonido llega al tímpano, este se mueve y transmite las vibraciones a través de la cadena de huesecillos (el martillo, el yunque y el estribo) hasta la ventana oval del oído interno. La trompa de Eustaquio, que conecta el oído medio con la garganta, ayuda a igualar la presión del aire en el oído medio con la del aire exterior.

El tímpano y la cadena de huesecillos conectan, a través de la ventana oval, con la cóclea. Las ondas llegan a la ventana oval y sus vibraciones se transmiten a la perilinfa recorriendo la rampa vestibular y volviendo por la rampa timpánica hasta llegar a la ventana redonda. 

El oído interno se compone de la cóclea y los canales semicirculares. La cóclea es una estructura en forma de caracol que contiene células ciliadas, que son las encargadas de transformar las vibraciones sonoras en impulsos nerviosos que el cerebro puede interpretar como sonido. Los canales semicirculares ayudan a mantener el equilibrio y la orientación espacial.

Cuando las células ciliadas de la cóclea se estimulan por las vibraciones sonoras, se produce una liberación de neurotransmisores que activa las neuronas auditivas. Las neuronas auditivas se encuentran en el nervio auditivo, que transmite la información sonora al cerebro para su interpretación.

La percepción del sonido también está influenciada por la frecuencia y la intensidad del sonido. La frecuencia se refiere a la cantidad de ciclos de vibración por segundo, y se mide en hercios (Hz). La frecuencia determina la altura tonal del sonido. La intensidad se refiere a la cantidad de energía sonora que llega al oído, y se mide en decibelios (dB). La intensidad determina el volumen del sonido.

Creado con eXeLearning (Ventana nueva)