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6.1.6.2.1. Enfermedades del sistema nervioso somatico

Enfermedades del sistema nervioso somático

El sistema nervioso somático es una parte vital de nuestro cuerpo, encargado de controlar la actividad muscular voluntaria y la percepción sensorial consciente. Cuando algo sale mal en este sistema, puede tener un impacto significativo en nuestra capacidad para movernos y sentir el mundo que nos rodea.

En estos apuntes de Anatomía Aplicada de 1º de Bachillerato ya se han comentado algunas de las enfermedades más comunes que afectan al sistema nervioso somático. Como mencionamos en los apartados correspondientes, existen diversas enfermedades que pueden afectar a este sistema y alterar su funcionamiento normal.

Estas enfermedades del sistema nervioso somático pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas que las padecen.

La investigación médica ha avanzado en la comprensión de estas enfermedades, desde la identificación de los factores de riesgo hasta el desarrollo de nuevos tratamientos y terapias. Todavía se desconoce por completo muchas de sus causas, pero la medicina está teniendo importantes avances los últimos años.

Las lesiones en los nervios periféricos no son habituales durante la vida cotidiana o la práctica deportiva normal. Sin embargo, es común que se produzcan lesiones en los nervios periféricos debido a factores como traumatismos, compresión nerviosa, isquemia o falta de riego sanguíneo, y procesos inflamatorios.

Algunas de las enfermedades del sistema nervioso somático que ya hemos visto son las siguientes:


Esclerosis múltiple

En la esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune, el sistema inmunitario ataca el tejido nervioso, lo que puede llevar a la aparición de síntomas como problemas de coordinación, equilibrio y control muscular.

Ya se habló de la esclerosis múltiple en el apartado de trastornos neurodegenerativos.

Miastenia gravis

La miastenia gravis es una enfermedad neuromuscular autoinmunitaria en la que el sistema inmunitario ataca a los receptores de acetilcolina en los músculos. Esto puede causar debilidad muscular en todo el cuerpo, especialmente en los músculos que controlan la respiración, el habla y la deglución.

El nombre de miastenia gravis viene del latín y del griego y significa debilidad muscular grave. La debilidad muscular es la principal característica de esta enfermedad. Se ven afectados algunos músculos, como los que controlan el movimiento de los ojos y de los párpados, la expresión de la cara, la masticación, la deglución y el habla. Los músculos que controlan la espiración y los movimientos del cuello y de las extremidades también se pueden ver afectados, pero con ayuda médica se puede controlar la enfermedad.

Enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta el movimiento, causando temblores, rigidez y problemas de equilibrio y coordinación.

Ya se trató la enfermedad de Parkinson en el apartado de trastornos neurodegenerativos.

Esclerosis lateral amiotrófica (ELA)

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa que afecta las células nerviosas responsables del control muscular, puede causar debilidad muscular, parálisis y dificultad para hablar y respirar.

Ya se trató la esclerosis lateral amiotrófica en el apartado de trastornos neurodegenerativos.

Poliomelitis

La poliomielitis, conocida como polio o parálisis infantil, es una enfermedad infecciosa que principalmente afecta al sistema nervioso. El nombre "polio" proviene del griego "poliós", que significa "gris", y "myelós", que significa "perteneciente o relativo a la médula espinal".

El poliovirus es el agente causante de la enfermedad y se transmite de persona a persona a través de secreciones respiratorias o por la ruta fecal oral. La enfermedad es llamada infantil porque afecta principalmente a niños.

Aunque la mayoría de las infecciones de polio son asintomáticas, en el 1% de los casos el virus ingresa al sistema nervioso central a través de la corriente sanguínea. Dentro del sistema nervioso central, el virus infecta y destruye las neuronas motoras, lo que provoca debilidad muscular y parálisis aguda flácida. 

La poliomielitis se puede prevenir mediante la vacunación. La vacuna contra la poliomielitis es segura y efectiva, y ha sido utilizada en todo el mundo durante décadas para prevenir la enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha liderado una campaña global para erradicar la poliomielitis, y ha habido grandes avances en la reducción de la incidencia de la enfermedad en todo el mundo. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer para eliminar completamente la enfermedad.

Hombre con parálisis y atrofia de pierna derecha afectada por poliomelitis.

Photo Credit:Content Providers(s): CDC/NIP/ Barbara Rice, Public domain, via Wikimedia Commons

Síndrome de Guillain-Barré

El síndrome de Guillain-Barré es una enfermedad neurológica en la que el sistema inmunitario ataca a los nervios periféricos. Incluye un conjunto de trastornos autoinmunes caracterizados por una parálisis flácida simétrica rápidamente progresiva de las extremidades con disminución de los reflejos porque el sistema inmunitario ataca al sistema nervioso periférico.

Los nervios no pueden enviar señales de forma eficaz y los músculos pierden la capacidad de responder a las órdenes enviadas por el encéfalo, y este recibe menos señales sensoriales del resto del cuerpo.

Esto puede causar debilidad muscular, entumecimiento y parálisis flácida. En algunos casos, el síndrome de Guillain-Barré puede afectar la capacidad del cuerpo para respirar, lo que provoca que la tercera parte de los pacientes necesite ventilación mecánica.

También afecta al sistema nervioso autónomo provocando cambios en la tensión arterial y arritmias cardíacas.

Neuropatía periférica

La neuropatía periférica es una enfermedad en la que los nervios periféricos que conectan el encéfalo y la médula espinal con los músculos, la piel y los órganos internos se dañan o se lesionan. Cuando esto sucede, los nervios no funcionan correctamente, lo hacen de forma insuficiente y no pueden transmitir la información adecuadamente, lo que puede producir dolor, pérdida de sensibilidad e incapacidad para controlar los músculos.

Las causas que pueden producir neuropatía periférica son variadas y pueden incluir enfermedades crónicas como la diabetes, infecciones como la lepra o el VIH, exposición a sustancias tóxicas como el plomo o el mercurio, enfermedades autoinmunitarias y enfermedades hepáticas, entre otras.

Los síntomas pueden variar según el tipo y la gravedad de la neuropatía, pero los más comunes son debilidad muscular, dolor, entumecimiento, hormigueo y sensación de ardor en las extremidades. En algunos casos, la neuropatía periférica puede afectar el sistema nervioso autónomo, lo que puede causar problemas con la presión arterial, la digestión y la frecuencia cardiaca.

Neuropatía autónoma

La neuropatía autónoma o autonómica es un conjunto de síntomas en la que los nervios que controlan las funciones corporales involuntarias, como la frecuencia cardiaca, la presión arterial, la digestión, la evacuación de los intestinos y la sudoración, se ven afectados.

La neuropatía autónoma no es una enfermedad específica sino un conjunto de síntomas producidos por causas diversas.

La neuropatía autónoma implica daño a los nervios que llevan la información desde el encéfalo y la médula espinal, hacia el corazón, vasos sanguíneos, vejiga urinaria, intestinos, glándulas sudoríparas y pupilas.

Esto puede causar una variedad de síntomas, como mareo, sudoración excesiva, estreñimiento y diarrea.

Neuropatía sensitiva

La neuropatía sensitiva es una enfermedad del sistema nervioso periférico que afecta la capacidad de sentir sensaciones táctiles, térmicas y dolorosas en diferentes partes del cuerpo. Ocurre porque los nervios que transmiten información sensorial desde la piel, los músculos y otros tejidos hacia el cerebro están dañados o no funcionan correctamente.

Los síntomas de la neuropatía sensorial sensitiva pueden incluir sensaciones de hormigueo, ardor, entumecimiento, dolor y debilidad en las extremidades, especialmente en los pies y las manos. También puede haber una disminución en la capacidad de percibir la temperatura y el dolor.

Las causas de la neuropatía sensorial sensitiva pueden ser diversas, incluyendo diabetes, enfermedades autoinmunitarias, infecciones virales, exposición a sustancias tóxicas, y ciertas enfermedades genéticas. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos para aliviar el dolor, terapia física, y en algunos casos, cirugía.

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